martes, 4 de agosto de 2009

EL MIEDO A LA VERDADERA ESCENCIA

Mi más grande miedo es quedarme solo, mirar hacia los costados y darme cuenta que no tengo a nadie a mi alrededor. Así que comprendí que la única forma de no quedarme solo es ser lo que los otros quienes que sea. Es vivir con una careta que a todos les guste. Desde chiquito, en mi casa era el príncipe, mi mama había tenido un embarazo gemelar y perdió a uno cuando apenas estaba en la pansa. Eso provoco que me mantuvieran en una cajita de cristal por toda mi niñez. Era el primer nieto, el primer sobrino, el primer ahijado, el primer hijo y mi familia no se daría el lujo de perder a otro. Por eso siempre tuve todo lo que quería, mis papas corrían disparados porque al nene le faltaba algo o deseaba tener esa bici, aunque mis viejos no tuvieran plata ni bienes materiales me daban todo lo que yo quería y más. Cometieron errores como todo padre y sigo creyendo que sean lo que sean son los mejores padres que hayan existido en la tierra, aunque como dije antes, cometieron muchos errores.
Cuando entre en la escuela todo fue distinto, los chicos no me aceptaban por ser callado, introvertido y como no me gustaba jugar al futbol y no ser deportivo me trataron de gay y me dejaron de lado, así que tuve que juntarme con las chicas para no sentirme solo. Hoy en día no les tengo resentimiento, eran chicos chicos y tal vez no sabían que hacían pero aunque lo haya superado me duele pensar en eso. Los perjuicios en la gente siempre estuvieron. Por eso será que el día de hoy no quiero que nadie se sienta como yo, y aunque a la gente que usa altas llantas y habla con palabras que no uso les digo negros de mierda, creyendo que me van a robar, no lo siento en verdad, sino que sigo lo que dice la gente. Tanto me lo repitieron que lo termine diciéndolo yo. No quiero que la gente pase por lo que yo pase, no quiero que nadie sea prejuzgado y discriminado por como es y por eso no discrimino. Creo y creeré que cada uno es único y hermoso, el que lo hace malo es el que lo rodea, el que lo malcría. La sociedad es sabia pero muy dolorosa, sabe donde pegarte para tratar de que vuelvas a el camino que la misma planteo como bueno y no deja que seas como quieras ser, simplemente por el hecho de mantener un orden, un orden que es el día de hoy que no puedo cumplir.
Siguiendo con mi historia, yo era el puto de la clase, el chico sin habilidades físicas, así que me aboque al estudio, lo único que soy bueno y siempre fui el alumno diez, el chico que nunca se peleaba y que levantaba la mano cuando la señorita preguntaba algo. El boludo que los vagos usaban para copiarse o pedirme la tarea. El nerd con los ante ojitos pegados que solo le faltaban zapatos ortopédicos para completar el estereotipo yanqui que todos quieren ver. Me deje basurear por todo el mundo, era el flanco fácil de pegar, en el que descargaban todas sus mierdas y me usaban de chivo expiatorio de sus bromas, y como estaba solo no podía hacer nada contra eso.
Después vino el cambio de escuela, recién en la secundaria. Supuse que todo iba a ser lo mismo si yo me seguía mostrando como era, así que decidí recurrir a la superficialidad, una cosa que odie toda mi vida. Mostrar una careta, un personaje, un disfraz, por supuesto el más lindo y menos corrompible de todas las personas, el chico perfecto que nada lo afectaba y que siempre era feliz. No volvería a permitir que me pasen por arriba, porque aunque estaba solo, nada ni nadie volvería a imponerse contra mi. Yo aria lo que yo quisiera hacer, sería como siempre quise ser, el chico popular, el artista, el que siempre sabe sacarte una sonrisa, el inteligente, el perfecto, aunque en los deportes seguí siendo el mismo boludo… jajaja. Nunca pude permitirme tener amigos varones, por el simple hecho que no sabia si mi personaje iba a poder pelear contra lo que tantos años había engendrado, así que preferí ni acercármeles a las chicas que son menos pre juiciosas con los varones. Así conocí a mis tres grandes amigas, que por las circunstancias de la vida solo me quedo una, mi gran y verdadera amiga Carolina. Con ella pase todo el resto de mi secundaria, somos culo y calzón y aunque la vida trato de separarnos muchas veces solo se filtro en nosotros una vez y por culpa de unos pantalones, pero creo que todavía lo podemos superar y cumplir eso que dijimos siempre, llegar a la tele y ser Marley y Florencia Peña y cantar aprende a llorar… jajaja que lindos recuerdos.
Todo en mi vida iba bien, mi personaje me permitía hacer lo que quería, podía manipular a la gente a mi antojo, camuflarme cuando lo necesitaba y nunca pasar desapercibido. Me duele no haber sido yo y que todos se hayan comprado ese personaje, pero no podía permitir que me pasaran por arriba de nuevo, yo tenia que pelear, y siendo yo la cosa nunca funciono.
Fue tan fuerte el personaje que me hice uno, deje de fingir para que me salga normal, ya éramos yo, y no dos opuestos que obligaba a vivir en mi por el simple hecho del miedo al rechazo, a la soledad.
El Ezequiel duro, el perfecto ya se había apoderado de mi y no quería dejar de ser así, porque todo resultaba bien cuando yo era ese Ezequiel.
La cosa fue cambiando, el verdadero Ezequiel no pudo aguantar más estar preso bajo la superficialidad y quiso salir y lo logro. Solo pocos conocen al verdadero yo, porque me da miedo que al conocerlo salgan corriendo y yo…. Quedarme solo.
Ser dos personas a la vez es muy difícil, porque como el chico perfecto, el robot incorruptible podía ayudar a los demás con sus problemas, total yo hacia que no los tenia, y así muchas veces fui el odio del pueblo. Nunca me molesto, no me dolía cargar con mis problemas, pero el verdadero Ezequiel hacia que los problemas de los demás se sumen a esa mochila, porque cuando un ser querido sufre, Ezequiel también sufre. Así me llene de los problemas de los demás, soportar la mochila que cada vez se cargaba más y más era difícil pero no se cuanto tiempo aguantaría así.
Nunca me había enamorado y siempre que me encontraba con alguien que podía ocupar ese lugar nunca era el indicado. No soy pretencioso pero siempre me gusto que todo se haga a mi manera, encontrar a ese príncipe azul era muy difícil porque no existía.
Así deje de ocuparme de mi felicidad para pensar en los demás, vivir para que los demás sean felices y la única forma que lo fueran era siendo S U P E R F I S I A L. Como odio esa palabra, me hace sentir escalofríos por todo el cuerpo con solo escribirla.
Como tantos problemas se cargaban en mi, mi solución más rápida fue escaparme al mundo de los sueños, vivir en una burbuja que yo mismo creaba en mi cabeza y en donde yo era lo que siempre quise ser, donde la felicidad era de todos y no solo de unos pocos, el mundo ideal que siempre soñé y el cual me serbia solo para escapar de la realidad que tanto temía. Así me convertí en un chico, un nene chiquito que vivía imaginando cosas. Siempre tuve la facilidad para imaginar así que me creía un infante solo por el hecho que los nenes chiquitos no sufren. Empecé a ser aniñado para no lastimarme, porque la careta, el personaje no era fácil de bancar… ya no.
Aceptarme yo es muy difícil, se convirtió en una tarea casi imposible, porque tenía el miedo que si me veían como era huirían, así que armonicé el personaje con el Ezequiel y al fin pude encontrarme a mí mismo. No todo era personaje, pero no todo era Ezequiel, aprendí a quien enseñarle quien era en verdad y a quienes mostrarles el personaje y cuando ser ambos a la vez,
La verdad no sé porque escribo esto, tal vez como pude armonizar mi Eze verdadero con mi personaje, también pude armonizar mi imaginación con mi realidad y esa armonía es el escribir. Entrar a un mundo donde todo es fantasía y donde el príncipe siempre se casa con la princesa y la bruja muere, pero sabiendo que cuando cerraba ese libro todo era la pura realidad, y entonces fue ahí cuando dejo de dolerme.
Ahora puedo ayudar a los demás, porque el tener ante todo la felicidad del otro antes que la mía es parte de mi y no sé cuánto tiempo tardare para darme cuenta de lo que hago está mal y por fin cambiarlo, pero bueno… por ahora aprendí a convivir con ello.
Hace poco idealice un mundo perfecto, donde toda mi vida se convertía en lo que te muestran al final de las películas donde todo es amor y cosas lindas. Donde había encontrado alguien que me gustaba, donde mis papas habían aceptado a esa persona y donde estaba estudiando lo que me gustaba con amigos que si valían la pena, pero eso no fue así. Volví a caer en el laberinto de la imaginación, de la visualización y separarme por completo de la realidad para tratar de vivir en un mundo de fantasía absoluta donde descubrí que no se si le importaba tanto a esa persona, donde había obligado a mis viejos a aceptar quien era. Caer de la nube que yo mismo había creado fue muy difícil y muy doloroso, más grande es la altura que subes, más duele la caída no?
No es fácil pasar por todas estas cosas, y si las pase fue porque nunca supe actuar frente a los demás, nunca pude ser superficial del todo. A mí no me importa cómo se vean las personas por fuera, la ropa que usen o la forma sofisticada de hablar, a mi me importa la clase de persona que son, su escancia. No voy a poder cambiar la forma de pensar de la sociedad, donde el que mejor se viste es grande o el que se viste con prendas que no combinan se cree “original”. Para mi ser original es otra cosa, es pesar diferente que los otros, es ser distinto en escancia y no comprarse ropa de diseñador o decir que sos friki. En mi vida intente muchas veces caer en la superficialidad, pero siempre Salí, es el día de hoy que casi no me importa. La verdadera magia esta en el corazón y no en lo exterior, si todos pudiéramos ser quien verdaderamente queremos ser, el mundo sería un lugar más lindo y yo… no me sentiría un extraterrestre.
Una vez un profesor me dijo que yo era muy idealista, que nunca pierda esa magia y que la sepa usar, un día alguien me dijo la escancia es invisible a los ojos y aunque tengas miedo de que tu escancia no le guste al mundo sácala y fíjate que pase, no le vas a gusta a todo el mundo pero….
Solo hice esto porque me di cuenta de una triste verdad, nadie me escucho jamás, y me gustaría que esto cambie, siempre fui yo el que escucho a los demás y nunca se valoro. Claro siempre que tuve la oportunidad de hablar dije alguna boludes para quedar bien, un gran error mío
Solo pido que me escuchen tanto como me gusta escucharlos a ustedes, que dejen de ser superficiales, porque es la única manera que yo me muestre como tal cual soy. No quiero quedarme solo pero tampoco quiero vivir siendo otra cosa, y si digo esto es porque el otro día me mire en un espejo en una clase de teatro, y me dolió lo que vi, porque lo que vi era superficial. Yo no quiero ser un reflejo, yo quiero ser yo.
Tal vez no te importe un carajo mi vida, y perdiste el tiempo leyendo esto, pero tal vez pienses lateralmente y digas… la pucha, conocí un poco más a Ezequiel.

1 comentario:

  1. WUAU! la verdad es q cada dia me sorprendo mas cuando escribis, y sabes que ? muchas de las veces me pasa eso, como a vos, q no podes ser siempre lo q sos, creo q trato de tapar muchas cosas con la superficialidad y se q esta mal, opino como vos... pero nose creo q mi problema esta en q quiero q la gente me quiera de verdad y por eso busco "superficialidad" para q me quieran. Aunq a veces sale la verdadera y no le importa nada, pero es solo por momentos.
    A mi me gustaria conocer mas al VERDADERO EZEQUIEL, y espero poder lograrlo asi q dejate conocer.
    te quiero eze(L) beso

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